La contaminación por petróleo crudo o por petróleo refinado (diesel, gasolina, kerosén y otros productos obtenidos por destilación fraccionada y procesamiento químico del petróleo crudo) es generada accidental o deliberadamente desde diferentes fuentes. La contaminación por petróleo proviene de los accidentes de los buques tanques y de las fugas en los equipos de perforación marina. Otra fuente de contaminación proviene de tierra firme, del que es arrojado al suelo en las ciudades y en zonas industriales, que luego son arrastrados por las corrientes fluviales hasta terminar en los océanos.
En los años noventa se estimaba que alrededor del 0,1 al 0,2% de la producción mundial de petróleo terminaba vertido al mar, algo así como 3 millones de toneladas, las que acaban contaminando las aguas cada año.
Uno de los más desastrosos derrames fue el ocurrido en las costas de Vancouver, Canadá, donde el buque Nestucca chocó y derramó 800.000 litros de crudo y mató cerca de 40.000 aves marinas. Otro desastre grave fue el producido en diciembre de 1988 en las costas de Alaska por el buque tanque petrolero Exxon Valdez, el cual derramó más de 40.000 litros de petróleo y mató más de 30.000 aves marinas
La mayoría de los ecosistemas marinos expuestos a grandes cantidades de petróleo crudo requieren unos 3 años para su recuperación. Sin embargo, los ecosistemas marinos contaminados por petróleo refinado, en especial en los estuarios, requieren de 10 años o más para su recuperación.
El petróleo o cualquier tipo de hidrocarburos, crudo o refinado, daña los ecosistemas produciendo uno o varios de los efectos que se mencionan a continuación:
- Muerte de los organismos por asfixia.
- Muerte de los organismos por envenenamiento, sea por absorción, o por contacto.
- Muerte por exposición a los componentes tóxicos del petróleo, solubles en agua.
- Destrucción de los organismos jóvenes o recién nacidos.
- Disminución de la resistencia o aumento de infecciones en las especies, especialmente avifauna, por absorción de ciertas cantidades subletales de petróleo.
- Efectos negativos sobre la reproducción y propagación a la fauna y flor.
- Destrucción de las fuentes alimenticias de las especies superiores.
- Incorporación de carcinógenos en la cadena alimentaria.
Cuando concluyen las labores de limpieza y disminuye la atención con respecto al derrame, éste puede seguir ejerciendo un impacto en el medio ambiente. Con el tiempo, el petróleo puede hundirse y alojarse en lecho marino, o permanecer bajo el agua. Esto puede ejercer un impacto en los animales que viven enterrados, como cangrejos y otras criaturas que buscan alimentos en el fondo del mar, los cuales, al ser devorados por otros animales y aves, los contaminan a su vez. Y el ciclo de envenenamiento puede extenderse durante años.
En México existen extensas áreas contaminadas con hidrocarburos procesados del petróleo, debido principalmente a derrames, así como a las actividades propias de la industria petrolera. Se estima que en los últimos 20 años han provocado pérdidas por más de 50 mil millones de dólares, con mayor impacto en el aspecto ambiental y agrícola
Sin duda que los derrames de petróleo causan grandes desastres ecológicos, sobre todo si se considera que afectan principalmente a la fauna por contaminación física directa y con efectos a largo plazo sobre la flora que interviene en la cadena alimenticia. Estos efectos son más perjudiciales cuando ocurren cerca de la costa y si se producen en aguas frías, donde el daño producido perdura más en el tiempo.
Después de los derrames de petróleo ocurridos en los años ochenta, se endurecieron las normas de control para el tráfico marítimo de petróleo. Se mejoraron los sistemas de rastreo de buques desde los puertos, se amplió el seguimiento de buques en alta mar, se exigieron certificados de responsabilidad financiera a las compañías encargadas del transporte, etc.
Hoy día se ha avanzado en el diseño de los tanques petroleros que navegan los mares de todos los continentes, a tal punto de que disponen de doble pared para retener el petróleo en caso de accidente. Pero, la acción más efectiva contra los derrames y fugas de petróleo es la real toma de conciencia por parte del hombre en la protección de los mares y océanos.
Bibliografía:
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Sarmiento, Torres Ma. del Rocío, Enrique Espinoza Ortíz, y José Alvarez Rosas. 2003. Emergencias ambientales asociadas a sustancias químicas en México. Gaceta Ecológica, Instituto Nacional de Ecología. No. 066, Enero-Marzo 200
Celis H. 2009. Efectos de los derrames de petróleo sobre los ecosistemas. Ciencia Ahora, Chile.